lunes, 4 de marzo de 2013

Teatro como en el teatro: Nosotros, los héroes.



Desde que una compañía de actores cayó al palacio de Hamlet a representar, el juego del teatro dentro del teatro no ha cesado nunca, y dispara siempre un sistema vertiginoso de signos espejados. El relato de de Jean-Luc Lagarce presenta una panorámica de los integrantes de una compañía de actores de teatro idisch radicada en Europa, durante los días previos al estallido de la Segunda Guerra. Estos son los dos datos le dan a la obra el tinte trágico. Asistimos durante todo el espectáculo a los retratos de cada uno de estos personajes hasta identificar y conocer a cada uno de ellos. Estos actores ensayan el próximo repertorio, piden beneficios sociales, se celan, se cuidan, proyectan giras, se atacan, y se aman en secreto. Lagarce dibuja, a la manera de  El Diario de Ana Frank un diseño de contrastes entre la vida, siempre explosiva, siempre cambiante, y  un entorno de guerra, peligro y muerte. Mónica Benavidez elige poner distancia entre el espectador y la efervescencia de las situaciones, y vemos la obra como quien contempla una vieja postal europea. Este distanciamiento lejos de provocar una brechtiana reflexión crítica en donde el aparato teatral está en juego, ofrece un fresco preciosista en donde se destacan las canciones idisches, ladinas, alemanas y portuguesas, y un lindo pero muy lindo vestuario de Pia Drugueri. La cadencia del habla también colabora con este distanciamiento, aunque existe en todos los actores suma precisión en saber qué les pasa a esos seres que encarnan. La iluminación de Eduardo Spindola indica dónde hay que enfocarse en esa galería de retratos, aunque todos están presentes, y todos están atravesados por la acción aunque no hablen. Los momentos más acertados son cuando toda la ancha boca está iluminada y el espectador se deja llevar por focos de interés que van surgiendo. En este particular tono de actuación, hacen pie: una exquisita Emma Rivera, que hace muy creíble a una madre y jefa de compañía; Sylvia Tavcar quien sostiene una estampa muy atractiva de diva germana, y canta con sentimiento una canción acompañándose con acordeón; y María Laura Rojas que interpreta a una desbordada asistente y canta dos canciones que se disfrutan: un tango en alemán y un fado. (Sería interesante hallar en el  programa los nombres de las canciones). 
Nosotros los héroes, rescata el raro heroísmo del hacedor de teatro.

Auditorio SHA
Domingos 20 hs
JUAN LEONARDO ISQUIZAR